jueves, 28 de noviembre de 2013

Petroleo

Recursos energéticos

Petróleo
            La fosilización altera el orden natural de un elemento y lo transforma, la materia orgánica se descompone, se fosiliza y se transforma. Los elementos consumibles más un acelerador (poli metales).
La hulla se obtiene por extracción y molienda o zarandeo da mucho calor pero se consume muy rápido.

En los yacimientos de petróleo la extracción es por bombeo sin necesidad de energía anexa (con gas).

La importancia del petróleo comienza en Gran Bretaña con la revolución industrial, al suplantar las labores manuales por procesos mecanizados usados por el vapor.  Primero se huso leña, luego se suplanto por el carbón mineral (único elemento que poseía Inglaterra).
            Al descubrirse el motor de combustión interna en 1.860, comienzan los primeros prototipos 1.870 a 1.872.  A partir de los efectos de la primera guerra mundial el petróleo era la moneda el valor de cambio del poder.  En la segunda guerra mundial pierde Alemania por quedarse sin petróleo, los yacimientos más importantes eran las indias occidentales del pacifico sur y el más importante el de los Monte Urales.
            El poder en Europa estaba organizado, en Inglaterra Jorge IV primo de Romanof de Rusia y este primo del Kaiser Guillermo de Alemania, la esposa de Alfonso XII era prima hermana de estos monarcas.  Cuando Inglaterra es desplazada por la revolución Bolchevique, se dirige hacia Argentina, en el S XIX Mendoza, Salta y Jujuy eran yacimientos conocidos, como también en  Catamarca y La Rioja se explotaba el Kerossenne.
            La COMPAÑÍA JUJEÑA DE KEROSENE y luego la mendocina de petróleo y posteriormente la  compañía argentina de petróleo fueron las pioneras  en el ramo.
             Con el viejo Código de Minería el Estado no podía explotar el petróleo, ya estaba creada la ROYAL DUCH SHELL con capital ingles 85% y holandés 15%.  El petróleo dado en las zonas de meseta o cercanos al mar o inclusive en el mismo mar.

La paleontología descubre que al sur del rió Colorado hubo una gran fauna del Paleolítico y además estaban los conocidos pozos de brea que indicaban que el petróleo estaba cerca.  En el año 1.905/06 estaban tapadas las provincias por permisos de cateo hasta tal punto que escaseaban los inspectores, es allí en la zona de Comodoro Rivadavia y Caleta Olivia, Manuel José Quintana en la presidencia con José Figueroa Alcorta como su Vicepresidente discípulo de Vicente Fidel López, el ingeniero Luís Huergo director de hidrológica de la ciudad de Bs. As. Es convocado por Figueroa Alcorta para tratar el tema del agua en la zona de Comodoro Rivadavia.
            El 13 de diciembre de 1907 es descubierto el primero de los pozos llegan a San Antonio Oeste y le mandan un telegrama a Figueroa Alcorta. Este por medio de una ley de suelo de 1.903 lo declara una zona de reserva con un radio de 25 Km. (5 leguas). 


            Aliado al código de minería el capital extranjero comienza a explorar, una comisión honoraria luego de descubrir el yacimiento esta era la comisión administradora de Comodoro Rivadavia, en la segunda ola inmigratoria previa a la segunda guerra mundial. El petróleo se almacenaba en piletas a cielo abierto, su mayor problema era el agua que se encontraba a 50 km. Del lugar en el pozo de Berg, es en ese momento donde se construye un ferrocarril de trocha angosta realizado por el Estado con una locomotora y dos tanques. Con los aportes personales de Madariaga, Mosconi, Huergo, etc. Madariaga hipoteca su estancia para la realización de esta obra.

            En 1.922 con Irigoyen en la presidencia faculta al Coronel Mosconi a crear Y. P. F. en 1.949 Perón dicta la ley de reforma (Ley 12161), el Estado por primera vez puede explotar el petróleo creándose un sistema mixto, la nueva constitución del 53 dice que el petróleo es del Estado nacional. Después de Perón en 1.958 Frondici pone en vigencia nuevamente el viejo código de minería, posteriormente Perón firma un contrato con la STANDARD OILD COMPANY DE CALIFORNIA con una convección por 25 años prorrogables por dos periodos, a su vez anula los contratos por no tener ratificación del congreso y firma nuevos contratos o concesiones petroleras con otros grupos, son anulados en 1.967 por Arturo Ylía (no tuvieron tampoco ratificación legislativa), un año antes en 1.966 con la revolución de Onganía quiere seguir el proceso de industrialización sancionándose la primera ley de hidrocarburos.


MOSCONI, EL PETRÓLEO Y LOS TRUST
Por Juan Carlos Vedoya

América colonial tuvo una dolorosa y fructífera experiencia minera. Dolorosa, en grado de "vía crucis", para los indios mitayos que arañaron las entrañas del continente siguiendo las vetas metalíferas; fructíferas para la Corona española que quitaba el oro y la plata, y para los mineros afortunados que medraba con los hallazgos. Y como en principio las minas eran del Rey, la Recopilación les dio importancia como para dedicarles siete títulos en el Libro IV y un total de 123 leyes. Toda una larga historia que enriqueció, y también despobló, gobernaciones enteras. Sin embargo, notable omisión, nuestra Carta Fundamental -a lo mejor por ser copia de otra y no original- no obstante la tradición dorada de la minería, se olvidó completamente de ella. A pesar de las siempre renovadas esperanzas de Famatina. Solamente en el apartado 1 del Congreso "dictar el Código de Minería", mas sin establecer disposición alguna normativa de la propiedad original del subsuelo, ni regulación cualquiera acerca de la capacidad del Estado para realizar por si o acordar a otros la explotación de las minas.
En correspondencia con esta inferiorización del trabajo extractivo, pasaron siete lustros antes de ser sancionado el Código sobre la materia. Recién en 1.866, por la ley N° 1919, se aprobó el proyecto presentado por el doctor Enrique Rodríguez, que establecía en su artículo 9°- "El Estado no puede explotar ni disponer de las minas, sino en los casos expresados en la presente ley". Conviene recordar que a esa fecha ya hacía siete años que existía la STANDARD OIL TRUST y estaba en pleno apogeo la concentración de empresas en los Estados Unidos en la lucha por el predominio sobre las fuentes petrolíferas. Palpable ignorancia del codificador. Así, cuando saltó el chorro en Comodoro Rivadavia, inocultable en toda su trascendencia, a la sorpresa y alegría de los primeros momentos sucedieron los desconciertos. Aquel petróleo "surgía fuera de toda ley de protección nacional", ante el futuro- que advertía la lucha entablada.
Transcurrieron entonces años repletos de gentes aprovechadas, de leguleyos y de traidores. En cierta proporción contrabalanceados por unos pocos campeones de la nacionalidad. El general Enrique Mosconi es uno de los que encabezan esta última lista. En este ámbito predomina su figura argentina y austera, veamos un poco cómo se ha desarrollado, hasta la revolución de 1.930 esta historia tan estrechamente vinculada al sentir popular de la soberanía.
ANTECEDENTES DE LA EXPLOTACIÓN ARGENTINA



La existencia de petróleo en la Argentina ya fue conocida desde la segunda mitad del siglo pasado, cuando se iniciaron las primeras explotaciones. Reducidas, claro está y de acuerdo a los conocimientos de la época, a la mera obtención del kerosene. Martín de Moussy, en su clásica obra Descripción Geográfica y Estadística de la Confederación Argentina, editada en París entre 1860-1864, en su tomo 1, al referirse a los minerales explotables (Capítulo IV) dice, al ubicar al macizo del Alumbre, el último y más oriental de los Andes: "Existe en las proximidades del río San Francisco, sobre la vertiente oeste, una fuente abundante de asfalto (brea)", lo cual vuelve a repetir en el tomo 11, ubicándola al pie de la sierra de Santa Bárbara prolongación norte de la sierra, pero ahora menciona, también en Mendoza y mas allá de San Carlos, "numerosas fuentes asfálticas, muchas de ellas explotadas por los chilenos".
A su vez Pablo A. Coni en su Diccionario Geográfico Argentino, preparado en 1.877 y 1880, aunque inédito hasta 1.951, al considerar las riquezas de Jujuy cita, expresamente, entre los metales consagrados que enumera, también "al petróleo", agregado así a los "que algún día harán la principal riqueza de la provincia". Por último, dentro de lo que conocemos, el Atlas Geográfico de Paz Soldán, editado por Lajouane en 1.888, coloca en la provincia de Jujuy, en coincidencia con la referencia de De Moussy, entre los pueblos de Quemado y Lapachal, la población de La Brea, y en su índice alfabético incluye: "Laguna de La Brea, provincia de Jujuy, depósito de nafta". Estas constancias geográficas no eran meras tradiciones; asentaban en la verdadera explotación del producto. Ya en 1.865 la Legislatura de Jujuy dio una concesión a la COMPAÑÍA JUJEÑA DEL KEROSENE, constituida con un capital de 75.000 pesos fuertes, para explotar la Laguna de La Brea . De esa producción, el ingeniero Pompeyo Moneta -que proyectó el ferrocarril entre Salta y Jujuy-, trajo muestras que fueron destiladas con excelente resultado en Buenos Aires.
La Compañía hizo una explotación técnicamente adecuada a la época, incluso con sus respectivos análisis, y participó en la Exposición de Pensilvania, sin que su producto sufriera desmedro en comparación con los locales ni con los provenientes de Bakú. Por esos años el doctor Züber, de la Universidad de Córdoba, y el geólogo doctor L. Brackebushambos especialmente contratados por el gobierno—, efectuaron el estudio en la provincia de Jujuy de las ubicaciones de lo que llamaron "formación petrolífera del norte". Casi coincidiendo, el doctor J. Kyle dio una conferencia en la Sociedad Científica Argentina, fundada en 1.872 y cuyo primer presidente fue el ingeniero Luis A. Huergorecibido ese mismo año como primer título expedido por la Facultad de Ciencias Exactas—, que versó sobre las posibilidades del petróleo argentino. Casualmente, al ingeniero Huergo le tocaría presidir la primera comisión explotadora del petróleo de Comodoro Rivadavia. Finalmente, para terminar con Jujuy, nos faltaría mencionar la concesión acordada en 1.879 a don Teodosio López, quien solamente realizó una explotación rudimentaria.
En Salta tuvo concesión en 1.880 el ex gobernador Teófilo Sánchez de Bustamante, el mismo que, depuesto por una revolución contestó a Sarmiento que "se encontraba en El Perico", lo cual provocó la reacción del presidente, quien ignorando que se trataba de una población, creyó que le tomaban el pelo. Luego, en 1.882, la tuvieron los señores Algelt y Méndez; y finalmente, en 1.906, don Francisco Tobar, cuya mina REPÚBLICA ARGENTINA, descrita por el ingeniero F. Correa, tenía ya organizada la extracción y el transporte en 1.908 y contaba con dos depósitos de hierro galvanizado, de sesenta mil litros cada uno, para el almacenamiento del kerosene. Tobar transfiguró luego esta concesión y por último fue adquirida por YACIMIENTOS PETROLÍFEROS FISCALES, quien, y gracias a ella, pudo en 1.927 introducirse en la provincia y competir con el monopolio que detentaba la STANDARD OIL, protegida por el propio gobierno local. Este asentamiento de YPF, acotamos al margen, no fue fácil y dio origen a un pleito sonado en cuyas instancias por supuesto los abogados más famosos defendieron los intereses extranjeros. Esta predilección de los hombres de leyes, cuando llegan a ser famosos, tiene una reiteración cansadora en la historia económica de la República.
En tal materia, algún día demostraremos que el comando central de los holdings que actuaban en el país hasta 1.945, estuvo integrado, en su totalidad, por los más descollantes abogados que existían en el momento.  Pero este asunto, como solemos decir, es otra historia. Por ahora y ya que mencionamos a la mina República Argentina, queremos dejar bien sentado que fue la visión y la perseverancia del general Enrique Mosconi, al sostener sin desmayos ese pleito sujeto a toda clase de presiones, los que pusieron en manos de la institución fiscal la posibilidad de intervenir en la explotación de a formación petrolera del norte que medio siglo antes habían descripto los geólogos Züber y Brackebush.


En Mendoza, tanto el citado doctor Züber como el doctor Stelzner, con anterioridad a 1.880, ya lo habían señalado en estudios técnicos sobre Cacheuta y Uspallata. Eso explica que en 1.886, año mismo de la sanción del Código de Minería, se constituyera la COMPAÑÍA MENDOCINA DE PETRÓLEO, con un capital de dos millones de pesos moneda nacional, que explotó tres pozos en Aguas del Corral - departamento Lujan-, construyó un oleoducto de 40 kilómetros hasta San Vicente, en las proximidades de la capital provincial, y puso los cimientos de la primera refinería proyectada técnicamente. Hasta 1.890 la compañía llegó a producir 8.000 toneladas de petróleo—promedio que recién alcanzó Comodoro Rivadavia en el año 1.912—, con cuyo kerosene abastecía a toda la zona de Cuyo. Sin embargo, un error en la ubicación de! mejor punto para la captación plena del yacimiento y la calidad "pastosa" del producto —moderadamente se ha comprobado el alto porcentaje de parafina que contiene el petróleo mendocino—, originaron dificultades insalvables para la época e iniciaron la declinación de una empresa que había comenzado con el mayor de los éxitos .
Además, como antecedente, tenemos que agregar trabajos realizados en Neuquén por la COMPAÑÍA ARGENTINA - Uruguaya de Petróleo, en Challacó, a unos 25 kilómetros de donde el ingeniero Cánepa perforara el primer pozo surgente de Plaza Huincul. Estos trabajos se efectuaron en 1907, contemporáneamente con la perforación de Fuchs y Beghin en Comodoro Rivadavia. Los resultados no debieron ser malos, pues la compañía primitiva vendió la pertenencia a; CHALLACÓ LTDA., La cual a su vez la transfirió a LA REPÚBLICA S.A. Compañía de Petróleos que al año 1.943, según lo consigna ARGENTINA PETROLERA de Sadi H. Mozo y Jaime Bermejo, había extraído medio millón de metros cúbicos de petróleo.
Por otra parte, también en Neuquén, debemos citar como antecedentes nacionales, los trabajos del señor Lannon, y luego de su viuda, iniciados a principios de 1.908 y transferidos, como en muchos otros casos donde la iniciativa fue nacional, a una sociedad extranjera, en esta oportunidad, ACMÉ OIL SYNDICATE, la cual todavía en 1.930 continuaba en posesión de la pertenencia.
También en 1.908, es decir, casi simultáneamente con Comodoro Rivadavia, inició sus actividades la COMPAÑÍA PETRÓLEO ARGENTINO DE SAN RAFAEL, vinculada luego a la Compañía Río Atuel Ltda., la cual estuvo más tarde en relaciones directas con la COMPAÑÍA DE PETRÓLEOS DEL GOLFO DE SAN JORGE—sobre el cual se encuentra Comodoro Rivadavia—, y que comenzó sus trabajos en el año 1.909.
No hay duda de que todos estos antecedentes prueban que, con bastante antelación al "descubrimiento" de Comodoro Rivadavia, no sólo era suficientemente conocida la existencia de petróleo en la Argentina, sino que con cuarenta años de anticipación se había iniciado su explotación con capitales nacionales* Y si todos estos antecedentes son exactos (y si lo son históricamente), entonces una pregunta sube = flor de labios:¿por qué fracasaron tales intentos?.
Es oportuno para responder, dejando de lado los inconvenientes técnicos que pudieron atravesarse, remitirse a las" palabras iciel diputado Osvaldo Magnasco, que representó a Entre Ríos entre 1.890 y 1.894, y quien dijo en la Cámara, en la sesión del 11 de septiembre de 1891, luego de afirmar categóricamente "que el petróleo va a ser, sin duda, el combustible del porvenir", que denunciaba a las empresas ferroviarias inglesas por paralizar todos los trabajos de extracción de esos productos, mediante la exhorbitancia de los fletes, "situación conocida y que -mencionaba para demostrar como es de urgente la necesidad de que el Estado intervenga en la formación de las tarifas, a no ser que se quiera ahogar en su cuna mejores industrias". ¿Fue o no clarividente el diputado Magnasco? Evidentemente no se le puede negar el don; aunque tal vez podría subsistir un punto por aclarar. ¿Porqué con tanta antelación los fletes pretendían ahogar la producción de petróleo? No es difícil encontrar la respuesta, sobre todo recordando que los ingleses siempre fueron previsores.
Ya en esos tiempos John Rockefeller y sus concentraciones de empresas, que originaron en 1.890 la ley "anti-trust" en los Estados Unidos, les había abierto los ojos sobre la competencia que en el futuro les podía hacer el petróleo a su carbón de Cardiff.

Y la Argentina era un buen mercado para ese carbón, traído en lastre para el retorno con cereales y que desde 1.880 era exonerado por la Ley de Aduanas de los derechos de importación. No era cosa, pues, de dejar el campo libre a la explotación del combustible competidor y correr más tarde el riesgo de perder el mercado, sobre todo teniendo en sus manos el consumo de combustibles de toda la República, desde los ferrocarriles, las usinas de gas y la misma Armada Nacional. El predominio inglés hizo caer en el vacío las atinadas advertencias de Magnasco y el gobierno continuó dejando mano libre para que "la política de los fletes" se manejara de acuerdo con intereses foráneos. En los antecedentes nacionales de la explotación del petróleo, los ingleses y su carbón aparecen como los factores que impidieron y trabaron todo posible desarrollo. Y eso a la vista de la inercia oficial.

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